La mayoría de la población económicamente activa en el país, en algún momento de su vida ha tenido el deseo o necesidad de comprar una casa, adquirir un auto nuevo o emprender un negocio, sin embargo, por la situación económica a los que muchos se enfrentan, adquirirlo de contado es casi imposible, por lo que una buena opción para lograr esos proyectos es a través de un crédito.

Pero antes de elegir una institución bancaria o crediticia para solicitar un préstamo, es importante tener en cuenta que existen una gran variedad de productos y servicios que pueden cumplir con diversas necesidades y también es primordial conocer las comisiones y tasas de interés de cada producto que ofrecen las entidades financieras.

Si ya decidiste pedir un crédito, es necesario que antes investigues cuáles son las opciones que existen en el mercado y cuál es la que más se adapta a lo que necesitas y a tu capacidad de pago.

Recuerda que no solamente los bancos ofrecen créditos, existen otras entidades financieras como las Sociedades Financieras Populares (Sofipos), las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) y las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (Socaps) que también ofrecen este tipo de productos.

¿Cómo elegir una institución financiera?

El aspecto más importante a considerar antes de aceptar y firmar por el otorgamiento de un crédito es saber exactamente qué esperas de la institución a la que lo solicitas, como por ejemplo aquí te describimos algunos puntos a considerar:

1. Mensualidades de pago. Determinar el tiempo en que necesitas pagar el crédito es importante, así conocerás tus cargo y cuotas de intereses que deberás pagar. Pregunta a la institución financiera por sus diferentes planes de pago. Ya sea que tengas un plan a mediano plazo, debes saber que también hay que cumplir con ciertos requisitos y obligaciones.

2. Taza de interés. Considera que cada crédito es diferente y está en función de cuál va a ser su destino, por lo que la institución crediticia cobrará tasas de interés distintas. Revisa que tipo de financiamiento te sirve para poder cumplir con el proyecto que te has planteado, compáralo con otras opciones del mercado y elige el que más te convenga.

3. Referencias de la institución. Investiga no solo las condiciones del producto financiero que te interesa, para tomar la mejor decisión y evitar posibles fraudes que afecten tu economía lo más importante es revisar cada una de las cosas, incluso información de la institución para que estés seguro del paso que darás.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) refiere que la mayoría de los fraudes realizados a solicitantes de crédito es cometido por empresas que no son instituciones financieras, las cuales ofrecen préstamos sin aval, sin requisitos, a largos periodos de pago y solicitan depósitos por adelantado.

Para evitar lo anterior, debes poner especial atención en investigar el registro de la institución financiera y cerciorarte sobre la identidad y registro de la institución que ofrece créditos.

Para ello, puedes hacer uso de los comparativos de crédito de la Condusef. Consulta la página de la Comisión y utiliza los simuladores y calculadoras de crédito con las cuales podrás encontrar la opción que más se ajuste a tus necesidades. Así, puedes saber si una financiera está registrada y es confiable.

Una de las principales ventajas que ofrecen estas entidades, es que llevan sus actividades de financiamiento a sectores de la población que no pueden acceder a un crédito bancario fácilmente y a empresas que no tienen un historial crediticio de antaño, lo que le da oportunidad a los emprendedores, las pequeñas y medianas empresas para acceder a un financiamiento y se pueden consultar en el buró de entidades financieras.

La gran mayoría de los usuarios desconocen qué son y cómo funcionan este tipo de entidades, que definitivamente, son de gran ayuda porque ofrecen aprobación de créditos más rápido, la creación de un historial crediticio o como complemento con algunos productos financieros que los bancos no cubren.

Debido a la gran variedad de operaciones de crédito que ofrecen las entidades financieras y a la competencia que desarrollan estas entidades por captar el mayor número de clientes, hoy en día resulta difícil elegir el mejor préstamo.

Algo que no debes olvidar nunca, es que es mejor asegurar el préstamo con una institución avalada y olvidarte de aquellas empresas que tiene “grandes beneficios” pero que al final del día puedes terminar perdiendo mucho más de lo que te imaginas, aquí aplica siempre irte mejor a la segura cuando de tu dinero se trata.

Por ello, debes tomar en cuenta que para una buena elección, es de suma importancia que la entidad financiera con la que vayas a realizar la operación de crédito sea la que mejor se adapte a tus necesidades, además de elegir una tasa de interés adecuada y que se mantenga estable a lo largo del préstamo para no desestabilizar o afectar tus finanzas personales, sin olvidar la firma oficial de un contrato con toda la información y claro, asegúrate de leer las letras chiquitas.