En México, ahorrar es un concepto que nos cuesta trabajo entender y un hábito que no tenemos presente en nuestra vida diaria y de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, a siete de cada diez mexicanos les aquejan sus problemas financieros y al no contar con un respaldo económico, complica hacerle frente a un imprevisto o sus deudas. 

Pero, ahorrar no es imposible, para comenzar a aplicar este hábito es importante hacer un presupuesto. Como lo hemos mencionado en textos anteriores, esta es la clave para llevar unas finanzas familiares sanas que ayuden a determinar tus ingresos y la manera en que los distribuyes, así como a identificar cómo evitar gastos innecesarios que te impidan lograr el objetivo del ahorro.

Al llevar a cabo un control de tus cuentas, puedes visualizar todo aquello en lo que gastas sin darte cuenta y que, sumado a fin de mes, representa una importante cantidad que puedes economizar y destinar a usos más benéficos. Cada cierto tiempo es necesario revisar el presupuesto familiar para identificar en qué has gastado dinero para que evalúes si estás administrando de manera inteligente.

Por esa razón, es importante que identifiques las cosas innecesarias en las que debes dejar de gastar tu dinero sin un buen motivo. Generalmente, los gastos “hormiga” (cosas innecesarias que parecen económicas) son los que terminan afectando el presupuesto familiar.

Para lograrlo te presentamos algunos consejos para mejorar tu estabilidad económica y mejorar el manejo de tus ingresos con éxito.

  • Para ahorrar dinero en los gastos de tu hogar, comienza por aprovechar al máximo la luz del día para realizar tus actividades. Actualmente muchas personas se encuentran en casa trabajando, lo cual implica mayor consumo de luz, si tienes que cumplir con un horario trata de hacerlo rendir al máximo para evitar consumo extra de luz.
  • Si en tu casa se siente mucho calor, no abuses del uso del aire acondicionado, busca un área ventilada y con buena luz para que aproveches al máximo los recursos naturales. También puedes invertir en un ventilador para sustituirlo por el aire acondicionado que consume más energía eléctrica.
  • Revisa las instalaciones eléctricas y de agua, evita las fugas, inspecciona que tus tomas no tengan alguna gotera que haga que tu recibo llegue más alto de lo normal. Se recomienda realizar estas revisiones cada cinco años, tanto por seguridad como para evitar que tengas alguna fuga de dinero.
  • Si realizas un análisis mensual de tus gastos, puedes reducir o eliminar aquellos servicios cuya cuota puede resultar excesiva. Por ejemplo, la suscripción de televisión por cable donde quizá ves uno o dos canales pero pagas el servicio completo. Es preferible que pagues por plataformas donde transmitan aquellos programas que te interese ver.
  • Permanecer en casa te ahorrará gastos que antes tenías como transporte y comidas, entre otras. Si bien es cierto que puedes cocinar en casa para varios días, hay ocasiones en las que pedir comida a domicilio será una opción, esto no es malo siempre y cuando no abuses de estos servicios.
  • Otro gasto innecesario en el que puedes caer sucede cuando vas al supermercado o al centro comercial y compras productos en oferta o nuevos, solo por el hecho de querer comprarlos. Para solucionarlo, es recomendable programar las compras que vas a realizar, de esta manera tienes en cuenta lo que realmente necesitas, previa comparación de precios y ajustándote al presupuesto planeado.

Conocer las verdaderas necesidades de cada familia hace posible saber en qué servicios y productos se pueden reducir los gastos. 

En la mayoría de los hogares se cuenta con teléfonos, aparatos audiovisuales o electrodomésticos pero con una serie de cambios tan sencillos como no usar aparatos cuya función puede reemplazarse por el trabajo propio, unificar los productos informáticos para el uso de toda la familia o utilizar focos ahorradores y haciendo un uso racional de los recursos (luz, agua, gas) se puede reducir el costo de las facturas mes a mes.

En relación a los gastos en el hogar, un factor primordial es dividir tus gastos fijos (los que haces mes con mes) y los gastos variables (aquellos que pueden cambiar), para que a partir de estos puedas identificar cuáles son indispensables para llevar un estilo de vida cómodo y cuáles son innecesarios y puedes recortar sin que afecten el bienestar de tu familia.

Muchos de estos gastos pasan desapercibidos porque son bajos y se escabullen entre gastos más elevados. Sin embargo, eso no significa que no sean graves para nuestra economía. 

Ahorrar dinero en nuestros gastos diarios no es difícil, solo hay que saber qué cosas podemos ahorrar y trabajar sobre eso. 

Cuando empieces a ver que aumenta la cantidad de dinero que te quede disponible tras eliminar gastos innecesarios, destínalo al ahorro y la inversión. Establece metas financieras, al cumplirlas, es la principal motivación para llevar unas finanzas sanas y forjar un patrimonio a futuro.