A no ser que seas precavido y ahorres todos los meses una parte de tu sueldo para posibles gastos, no sería raro que en alguna ocasión tengas que acudir a un tercero en busca de dinero para hacer frente a esos gastos inesperados.

Este tipo de préstamos reciben el nombre de préstamos personales y dependiendo de cuál sea la finalidad que le vayas a dar al dinero ya sea para estudios, viaje, consumo, entre otros.

A simple vista, parecería que se puede usar un producto de crédito para casi cualquier cosa, lo cual está alejado de la realidad porque cada crédito tiene reglas muy específicas de funcionamiento que evitan que se usen para otras cosas.

Es por ello que, si quieres comprar un auto, deberás pedir un crédito automotriz, por ejemplo. Pero, ¿qué pasa cuándo se tiene la necesidad de comprar algo para lo que no existe un crédito en específico? Para esos casos, se crearon los préstamos personales.

Éstos te permiten adquirir dinero en efectivo de forma inmediata con la posibilidad de pagarlo dentro de un plazo determinado junto con los intereses correspondientes que se hayan generado, los cuales serán indicados al momento de realizar la solicitud del préstamo y no pueden ser cambiados ni modificados durante el tiempo que dure el trato.

Así mismo, la entidad financiera debe ofrecer un esquema de pago diferido, de forma que se pueda tener una perspectiva más clara de los pagos.

Por la naturaleza de este tipo de productos, es común que no se deje en garantía de pago ningún bien o que el solicitante cuente con un aval, esto implica un mayor riesgo de impago, pues al haber menos garantías que en otro tipo de créditos la tasa de interés suele ser más elevada.

Tampoco se exige una cuenta de nómina (ni que el crédito esté asociado a ella) y para aprobarlo, la institución financiera exige una buena calificación crediticia y una situación financiera personal estable.

La ventaja de este tipo de créditos, frente a los que sí tienen un fin en específico es que se pueden ocupar libremente sin ningún tipo de limitante. Que sean préstamos pequeños y con requisitos mínimos son los motivos principales para que sean los más solicitados de forma recurrente.

Si necesitas dinero extra para alguna celebración como una boda, bautizo o para cubrir emergencias o imprevistos, pueden ser una excelente alternativa. Aunque también los puedes ocupar para:

  • Liquidar deudas: Los préstamos personales son muy útiles en estos casos ya que permiten concentrar todas tus deudas en un solo pago y con una tasa de interés fija.
  • Pagar la colegiatura: En ocasiones, los gastos escolares suponen una especie de emergencia, para estar preparado puedes echar mano de este recurso.
  • Remodelaciones del hogar: Permite realizar la inversión disminuyendo el impacto económico en la familia. De esta forma, tendrás la posibilidad de pagar a plazos más largos y no quedarte sin ahorros.

Antes de considerar los préstamos en línea es importante que tomes en cuenta lo siguiente:

  • Los préstamos personales no cobran ningún tipo de comisión por apertura, por ello, son un gran apoyo financiero, todo dependerá del uso que se haga y de tu capacidad de pago.
  • Con los préstamos puedes tener más control sobre tu deuda. No existen renovaciones automáticas, si requieres un monto adicional, debes solicitarlo con plazos de pago que se ajusten a tus necesidades.
  • A diferencia de los créditos, los préstamos personales son accesibles desde cualquier lugar. No tienes que visitar ninguna sucursal ni hacer fila o entregar tus documentos en una oficina. El trámite se hace completamente en línea por lo que solo necesitas conexión a internet, pero también puedes acudir a la instancia bancaria de tu preferencia.
  • Por lo general, los requisitos para obtener un crédito personal son: tener un ingreso mensual mínimo comprobable, una antigüedad mínima en el puesto de trabajo actual y buenas referencias de crédito.

Consejos antes de pedir un préstamo personal inmediato

El primer consejo es evaluar el crédito que más se ajuste a tus necesidades. Esto implica que revises los plazos, el CAT, los intereses, las comisiones y otro tipo de cargos, así como las condiciones del servicio. Si bien al final puedes usar el dinero de todas las diferentes opciones consideradas, lo importante es que tengas la capacidad para pagarlo.

Recuerda siempre buscar los créditos de tasa fija y analiza bien si te conviene pedir un crédito inmediato para realizar el gasto que necesitas. Por ejemplo, no sería recomendable usar este tipo de créditos para pagar un auto nuevo, ya que los bancos ofrecen mejores alternativas para lograrlo.

Nunca sobrepases tu capacidad de endeudamiento y analiza muy bien tu situación financiera antes de contratar un préstamo personal inmediato.

Encontrar la financiación que más se ajuste a tus necesidades puede ser una tarea complicada, ya que las entidades cuentan con productos similares pero con características y condiciones diferentes. Dentro de las alternativas que se tienen, el consejo es: siempre elegir el producto que mejor se adapte a lo que estás buscando y a la capacidad de pago.

Al tener mayor accesibilidad a la adquisición de estos créditos, su principal inconveniente es su mayor tipo de interés, lo que implica que el coste de operación sea superior al de otros créditos. Por ello, deberás analizar todos estos aspectos para comprobar si resulta más económico un crédito personal o debes analizar otras alternativas.